En Yauhquemehcan defraudadores sorprenden a inocentes compradores

• Negocian y timan a incautos con equipos celulares que después no funcionan

13 de Abril 2014 / Yauhquemehcan, Tlax. (Sergio Espinoza)
El pasado viernes, este medio tuvo la oportunidad de constatar que se han registrado algunos casos de fraudes contra personas que acostumbran aprovechar las «ofertas» que tocan gentilmente a las puertas de su casa o negocio, las que en teoría ofrecen ventajas a bajo costo, sin embargo los resultados son demasiado amargos y dolorosos, para quienes cándidamente ceden a la tentación.
Y es que de acuerdo a la versión de uno de los afectados, unos jóvenes se apersonaron en su negocio de tortas, que se encuentra ubicado a la orilla de la carretera Los Reyes-Zacatepec, a la altura de Yauhquemehcan, a un costado del distribuidor conocido como la «Y Griega», para consumir los alimentos que oferta en su pequeño estaquilló.
Los que ya estando allí, aprovecharon para mostrarle un teléfono celular que llevaban en sus manos, el que funcionaba perfectamente y que le permitieron manipular para «calarlo», esto al tiempo de empezar a realizar el regateo en cuanto al precio.
Donde el «estira y afloja» tenía una diferencia bastante amplia, ya que los vendedores del equipo no querían dejarlo en menos de 3 mil pesos, a lo que el torrero comprador, ofrecía la cantidad de quinientos pesos, alargando la controversia por la puja del valor del equipo en varios minutos, para después coincidir ambas partes en que el precio justo sería de mil pesos, esto gracias a la intervención de la joven ayudante del comercio de tortas.
Ya con el monto económico acordado, los jóvenes que sus edades oscilaban entre los 20 y 25 años, dijeron pagar el aparato celular para retirarle el chip, en tanto el afortunado comprador sacó del bolsillo de su camisa los pesos acordados, esto en medio de un regocijo que amenaza con desbordarse y echar a perder el trato.
Luego de entregar el dinero, los avispados vendedores, se retiraron entre las recomendaciones del torrero de que revisaran perfectamente el dinero para evitar entrar en aclaraciones de algún tipo, situación que fue obedecida por los muchachos quienes procedieron a retirarse después de pagar la cuenta.
Ya sólo, el hombre reviso nerviosamente su nueva adquisición, en compañía de su ayudanta, quien fue la primera en percatarse de que el lápiz táctil con el que trabaja el celular no podía ser retirado de la ranura contenedora, lo que cambió de nervioso a frenético el intentar encender el teléfono.
Lo que no pudo ser posible, hasta que mediante la intervención de un cuchillo de cocina, la tapa cedió para mostrar la desagradable sorpresa, de que se trataba de un «domi», «display» o muestra, de los que enseñan las tiendas de telefonía celular, para evitar ser presa de los amantes de lo ajeno.
El asombro y la indignación se apoderaron del incauto comprador, cuando se dio cuenta que el interior de las tapas de celular contenía un corte de solera de acero, que daba el peso exacto del equipo real, lo que lo obligó a intentar dar con lo autores del fraude, quienes ya habían desaparecido de la zona.
Incluso admitió que al preguntar con sus vecinos de sí habrían visto a los jóvenes, uno de ellos le confesó que también había sido presa de la avaricia, al querer aprovechar la misma oferta, pero que lo habían de la misma forma que le ocurrió al entrevistado.
Finalmente el hoy afectado, dijo estar en fechas próximas realizando otro gasto, el correspondiente para enmarcar el fruto de su inocencia, por llamarlo menos, esto con el texto en la base que diga, «esto me pasa por pen….».
Donde agradeció que al menos los jóvenes no hayan sacado un arma para despojarlo de lo poco que llevaba como resultado de la venta del día, lo que le enseñará que no se deben comprar cosas cuando son ofrecidas de esta forma, ya que además de ser defraudados, pueden conducirlo al comprador a una situación de carácter legal ante las autoridades, al comprar artículos robados de «buena fe».

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