Admite ATAH públicamente sus vicios y debilidades

• La compañía implementa «vistosa» campaña de denuncia para forzar a los choferes a concientizarse

30 de Julio 2014 / Tlaxcala, Tlax. (Sergio Espinoza)
En plena desesperación, la empresa de transportes de pasajeros, Autotransportes Tlaxcala, Apizaco, Huamantla, S. A. de C. V. (ATAH), en recientes fechas ha iniciado con la puesta en marcha de uno más de intentos por conservar y mantener su monopolio.
Esto mediante la implementación de sendos carteles adheridos en el exterior de las unidades que prestan el servicio, principalmente en las unidades blancas que cubren la ruta Tlaxcala-Apizaco y viceversa, en los que convocan a la denuncia por parte de los usuarios.
El cartel enmarcado en rojo y azul con iconos y textos en negro, invita a los pasajeros a llamar a un número 01 800 ….. con costo equivalente a una llamada local, quienes mediante el uso de este mecanismo harán saber a la empresa los posibles excesos y malos tratos dados a sus clientes, como son:
«mandar o recibir mensajes y llamadas, fumar o exceder el límite de velocidad y el llevar acompañantes».
La medida podría rendir buenos frutos, si es que no existiera la situación moleta, de que la persona encargada de atender el número Lada 01 800, que supuestamente recibe las quejas y las denuncias, tiene igual o peor actitud, que los choferes y los administrativos de la empresa.
Y es que al llamar a ese número para denunciar cualquier anomalía en el servicio recibido, inicialmente es posible que nunca atiendan su llamada, en otros casos la desatenta señorita, en primera tarda tiempo en contestar y luego -si lo hace- atiende con poca noción y espíritu de servicio, ignorando la razón del número y de su trabajo, recibiendo los datos de mala manera, para después colgar bruscamente.
De esta forma, la intención buena o mala, de los miembros del Consejo de Administración, que tiene al Diputado local Julio César Hernández Mejía como Tesorero, queda estéril e infructuosa, ya que la intención es concientizar a los choferes (y no operadores) de sus unidades, en la mejora del servicio de segunda clase que prestan para tener cautivos y contentos a los viejitos que día con día utilizan su servicio para trasladarse a sus trabajos, escuelas, hospitales y regresar seguros a sus lugares de origen.
Pero al parecer a los trabajadores del volante en su mayoría es lo que menos les importa, ya que atienden más sus cuestiones personales, sus tiempos de ruta (evitando ser multados por su empresa), la cuenta, el boletero impuesto por la misma, el tener que cumplir con estar en el encierro de unidades el cual se el es cobra por adelantado y las cuestiones de tráfico y policías.
Lo que los obliga a correr a exceso de velocidad entre las paradas autorizadas, intentando cumplir con el ceñido itinerario que marca su tarjeta, así como él atender a sus clientes y familiares por medio de sus celulares y ¿porqué no?…traer a su pareja sentimental en turno sentada en el «pollero» (bote de aceite reciclado y dispuesto como asiento) a un costado de ellos, para poder platicar y hacer menos pesada la jornada de trabajo o por lo menos la vuelta en que los acompañan.
De esta forma la empresa que fue creada con la intención clara de dar un servicio óptimo a la ciudadanía, esta poniendo en evidencia los múltiples excesos y vicios que están presentes todos los días en el servicio que ofrece.
Misma que ha tenido que recurrir a bajar sus costos en el pasaje para no agredir el bolsillo de quienes optan por utilizarlo, esto debido a que, quiénes tienen que trasladarse a la capital ya lo hacen por otras líneas, quienes los conducen a sus destinos a menor precio, aunque tengan que tardar más en llegar.
Los que esperan, se pueda cristalizar la versión que ya circula, y que habla de que podría llegar a Tlaxcala, una nueva línea transportista que habría de competir con mejores unidades, mejor servicio, pero sobretodo mejor trato al público.
Finalmente es de señalar que la empresa ATAH, se ha caracterizado por estar en los medios de comunicación escritos, electrónicos, digitales e impresos, como la principal involucrada en múltiples casos de inseguridad y siniestros, tiñendo de sangre las carreteras por donde transitan sus unidades.

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